I amb llavis freds, encara sembla dir-nos:

no ploreu pas ma mort.

Perquè en tan curt viatge despedir-nos,

si jo us espero a port.




diumenge, 23 d’abril del 2017

UN ALTRE SANT JORDI



Anna, un altre Sant Jordi sense tu.
Però com sempre aquest matí, el papa a portat unes roses vermelles per les seves nenes.
I em sortit al carrer per viure l'ambient de la gent, dels llibres, de les flors.
A estat un dia preciós, però alhora ple d'enyorança i dolor.

Et deixo la teva rosa
t'estimem bonica.

dissabte, 8 d’abril del 2017

DEIXEM ENTRAR LA LLUM

Hola princesa, 

Anna, vivim en un món tant estrany on cada dia  passen coses terribles, per això, a vegades en tranquil·litza pensar que tu no pateixes i no patiràs mai. 
Avui et vull deixar un escrit que m'han enviat els del grup Renacer, que és un grup d'ajuda a pares que han perdut fills. 

BUCEANDO EN EL ALJIBE,
Si al enfrentarnos a circunstancias extremadamente negativas, asumimos una actitud positiva, encontramos un gran consuelo en el hecho de que no necesitamos perder autoestima; podemos, aún, con orgullo, llevar nuestro sufrimiento con dignidad y ser, así, un espejo para otros padres en sus propias tragedias. Elisabet Kübler Ross nos dice que las partidas prematuras son una lección de amor incondicional, y nuestros hijos son los maestros del verdadero y desinteresado amor, el que no tiene reclamos ni expectativas, ni siquiera necesita de su presencia física. Dejando fluir estos sentimientos en nuestro interior, damos paso al naciemiento de un nuevo ser en nosostros, un ser capaz de disfrutar nuevamente del sol y de la naturaleza en todo su esplendor, un ser que no se resintirá con la vida, porque ha comprendido la muerte, que no rechazará el dolor, porque ha sabido aprender de él, y que se acercará a otros que sufren ayudándolos a realizar su propio aprendizaje hasta encontrar la luz.
Ante la profunda señal de alerta implícita en una crisis, el hombre despierta a su intución y sabe que la salida existencial está por delante suyo, en lo que aún queda por realizar de ese futuro en el que yacen posibilidades aún no realizadas, se da cuenta que la única manera de eliminar la oscuridad es dejando entrar la luz. De la misma manera que no es culpa del sol si cerramos las ventanas y no dejamos entrar su luz, tengamos bien en cuenta eso, porque depende de nosotros abrir las ventanas a la luz. A los papás nuevos les decimos que la luz está allí, es esa luz maravillosa, especialmente luminosa de los hijos, que iluminará ese nuevo camino que nos trazaron y que nos dejaron para siempre; esa es nuestra responsabilidad. Para eliminar la oscuridad, todo lo que es necesario, es dejar entrar la luz, Dejemos entrar la luz en nuestra vida, la del amor incondicional. El ojectivo no debe ser no sufrir, sino no sufrir en vano. Abrirse a ese mundo en el que esperan posibilidades aún latentes en sus vidas Nuestro hijo es luz, nuestros hijos nos esperan de pie. Papás. sí a la vida, a pesar de todo, desde el corazón con la posibilidad de transformarnos en mejores personas, en personas más compasivas que significa sentir como el otro, que el otro importa. El amor es lo que salva, el amor es lo que nos acerca a la verdad, a la luz, si lo que nosotros elegimos para la vida es una actitud de amor, es seguro que nunca nos vamos a equivocar. Es una invitación a cambiar, pues quien lleva la paz a los demás, quien lleva la calma a los demás, quien lleva la tranquilida a los demás, ilumina su propio camino,